28 marzo, 2025

Denuncian crímenes de guerra de las tropas rusas en Bucha, a las puertas de Kiev

En los últimos días se han encontrado unos 200 civiles muertos, algunos con tiros en la nuca (Fotografía: Staff)

Redacción/ El Mirador QR

Kiev.- Una hilera de tanques quemados se ve a la entrada de Bucha, símbolo de la derrota rusa a las puertas de Kiev, pero también escenario de supuestos crímenes de guerra ante el reguero de cadáveres de civiles que siguen apareciendo en calles, sótanos y en fosas comunes, una matanza que ha conmocionado al mundo.

Hoy mismo los servicios de emergencia han levantado seis cuerpos que encontraron anoche en un patio de un barrio residencial a las afueras de esta ciudad. Aún los deben identificar, pero corresponden a un niño, tres mujeres y dos hombres. No se sabe si eran familiares o vecinos. Tras analizar los cuerpos, se piensa que los mataron y luego los quemaron. Al menos dos tienen tiros en la nuca. Este es el tipo de crímenes son los que cometen los rusos a su paso por Kiev, indicó el jefe de la policía en la región de Kiev, Andrii Nebytov.

Desde que la ciudad fue liberada de tropas rusas, el pasado fin de semana, se han encontrado alrededor de 200 civiles muertos, algunos maniatados y con tiros en la nuca, otros con trozos de tela blancos que indicaban que estaban desarmados. Las decenas de cuerpos que había en plena calle ya han sido retirados -algunos miembros siguen despedazados por el suelo-, pero siguen apareciendo cadáveres en sótanos o en los patios de las casas, además de las decenas que ya había en fosas comunes. Los propios vecinos los enterraban así en pleno asedio porque el cementerio estaba a tiro de los rusos.

No hay un alma por las calles de Bucha, los pocos residentes que quedan están asustados, digiriendo el trauma de lo que vivieron durante la invasión rusa, que se cebó especialmente con esta localidad de unos 35 mil habitantes a 30 kilómetros al noroeste de la capital de Ucrania.

Antes de la guerra, Bucha era una ciudad residencial en la periferia de Kiev, donde muchas familias buscaban la comodidad de vivir junto a la capital y, a la vez, la cercanía a la naturaleza. Allí acudían los niños de toda la provincia a campamentos de verano, y precisamente el sótano de uno de ellos fue utilizado como lugar de torturas por parte de los rusos, cuentan los vecinos.

Ahí permanece la silla donde supuestamente habrían llevado a cabo los interrogatorios y restos de sangre. Ya han recogido los cinco cuerpos que se encontraron el lunes, pero las autoridades están convencidas, de que saldrán más y que lo ocurrido en Bucha es solo la punta del iceberg.

Con información de EFE