Que llamó la atención el porqué la entrega de la medalla al Mérito de Protección Ecológica “Ramón Bravo Prieto” se llevó a cabo en Cozumel y no en Isla Mujeres, donde el oceanógrafo vivió gran parte de su vida y estableció su hogar.
Pero llamó más la atención que el voto de los diputados locales fue unánime para elegir a Cozumel como la sede del evento, tal y como lo propuso el Partido Verde, sabiendo de antemano que podría convertirse en un asunto político y no meramente protocolario.
Nada habría tenido que ver la justificación de que Cozumel es el “mejor ejemplo de ecosistemas marinos” en Quintana Roo.
No iría, en lo absoluto, en esa vía el motivo para que el Pleno del Congreso saliera del recinto oficial en la capital Chetumal.
Los legisladores no tendrían nada que reclamar en redes sociales, como lo han hecho algunos.
El voto y su presencia en la sesión solemne sería suficiente para conocer su postura al respecto.
Y peor aún, ningún parlamentario habría planteado a Isla Mujeres como la sede de la sesión solemne.
Ni siquiera el Grupo Plural que pretende ser “contrapeso mediático”, pero que en los hechos vota en la misma línea que los demás.
Al final, la sesión solemne se realizó en Cozumel y aunque se haya politizado no hay más que hacer.
Fue una pequeña muestra hacia 2024.
Al tiempo.
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