
Que la Xochilmanía habría impactado positivamente en el ánimo del Frente Amplio por México.
Le puso un sabor especial a una etapa cuya agenda política estaba dominada por las “corcholatas” de la 4T.
Pero, PRI, PAN y PRD, necesitarían mucho más que solo contar con una buena candidata a la presidencia de la República.
Necesitaría, sí o sí, replicar “Xóchitles” en las entidades del país.
Y para este caso específico en Quintana Roo.
En la entidad estarán en juego los once Ayuntamientos, 25 diputaciones locales, además de las cuatro diputaciones federales y tres espacios al Senado.
Si el Frente Amplio quiere evitar otra “barrida” monumental en Quintana Roo requiere de personajes con el boom mediático al estilo Xóchitl Gálvez.
Porque, esa Xochilmanía, más allá que alcance o no para ganar la presidencia de México, serviría al Frente para obtener el mayor número de espacios en Cabildos y Congresos.
Ese posible escenario debería ser tomado en cuenta por el Frente Amplio en Quintana Roo.
Sobre todo en tiempos estelares de la 4T, que perfilaría, explican, un triunfo absoluto.
Al tiempo.
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