Redacción/ El Mirador QR
Miami.- El investigador en desastres naturales Richard Olson alerta que en las próximas décadas se registrarán más huracanes “feroces” y, para prevenir sus terribles efectos, trabaja en una instalación de pruebas “de escala sin igual” que combinará por primera vez vientos extremos, marejadas ciclónicas y fuerte oleaje.
En entrevista en Miami, Estados Unidos, el director del Instituto de Eventos Extremos de la Universidad Internacional de Florida (FIU) alertó de que se producirá un aumento de “tempestades más severas” y, lo que es peor, del fenómeno de “intensificación rápida y tarde”, algo que preocupa especialmente a la comunidad científica y las agencias de manejo de emergencias.
Uno de los últimos y mayores ejemplos de este fenómeno que deja sin tiempo de preparación a la población fue el huracán “Michael”, que en octubre de 2018 pasó en poco más de dos días de ser una tormenta tropical en el Golfo de México a un ciclón de categoría 5 justo antes de tocar tierra en Florida.
“Hay tempestades de categoría 2 o 3 que se intensifican en los últimos días justo antes de llegar a la costa a categoría cuatro o cinco, o supercinco en la escala Saffir-Simpson, que clasifica los huracanes en función de la fuerza de sus vientos”, explicó.
Y ahí radica otro de los retos para afrontar este nuevo panorama. Olson ve necesario actualizar la actual escala Saffir-Simpson y establecer nuevas categorías que reflejen la magnitud de las tempestades que superan de largo los 250 kilómetros por hora, ya sea categoría supercinco o seis. El profesor señala la necesidad de empezar a pensar en lo que va a pasar en 10 años y anticipar ese tipo de tempestades.
Con información de EFE
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