23 marzo, 2025

Día del Niño: Nikolas y su sueño de ser policía en Cancún

Con ocho años de edad, Nikolas tiene como meta convertirse en policía (Fotografía: Staff)

Staff El Mirador QR

Cancún.- Paulo Coelho decía que un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea; frase que representa a la perfección a Nikolas, de ocho años, quien desde muy pequeño descubrió que quiere ser policía.

Para él, el uniforme no sólo representa un trabajo, pues en casa le enseñaron que simboliza el respeto a sus amigos, vecinos y compañeros, el valor para ayudar a sus iguales y una lucha diaria para cuidar a su comunidad.

En su cabeza y corazón sabe que quiere y que tiene que trabajar duro para ser policía, por lo que en cada oportunidad habla con los agentes que se encuentra en la calle, les pide consejos y escucha sus historias, siempre anotando en sus recuerdos que es lo que se necesita para cumplir su sueño.

Nikolas pudo recorrer las instalaciones de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito de Cancún (Fotografía: Staff)

Al conocer su pasión, familiares y amigos le han regalado juguetes que emulan a los de la policía, con los cuales, si pudiera, saldría a la escuela o de paseo todos los días, portando con orgullo el escudo de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito (SMSPYT) y sus botas recién boleadas.

Con ese mismo ímpetu pidió a su madre poder visitar las instalaciones de la dependencia, en donde comandó una patrulla, recorrió los pasillos saludando a cada uno de los uniformados y aprendió como tomar acciones para cuidar a los suyos, experiencia que guardará con cariño durante toda su infancia.

Nikolas no sólo quiere ser policía, Nikolas quiere enseñarle a sus amigos la pasión que lo mueve para alcanzar sus sueños, quiere enseñarles que los policías buenos siempre estarán ahí para cuidarlos, para motivarlos, quiere mostrarles que ser policía aún es un sueño que vale la pena vivir.