| OPINIÓN | Dirigencia de Morena Quintana Roo, entre influyentismo y nepotismo

Por Julio César Solís

En medio de influyentismo y nepotismo, Morena Quintana Roo eligió este domingo a los integrantes del Comité Ejecutivo Estatal (CEE), donde los 40 consejeros dieron el visto bueno a las propuestas de las carteras disponibles.

En primera, Johana Acosta fue designada presidenta del CEE. Y es que Acosta es pareja sentimental de María Hernández Solís, alcaldesa de Felipe Carrillo Puerto.

Pero no es el único cargo que María Hernández colocó, ya que en la secretaría de Organización quedó su hermano David Hernández Solís, que a su vez es pareja sentimental de la presidenta municipal de Chetumal, Yensunni Martínez.

Pero, ahí no paró la cosa.

En la secretaría general fue nombrado Eduardo Basurto, esposo de la edil de Cozumel, Juanita Alonso.

Y como secretaria de la Mujer fue elegida Cristina Batun Chulim, hermana del diputado federal Alberto Batun Chulim.

María Luisa Abad estará encargada de Comunicación, Difusión y Propaganda. Ella es parte del equipo cercano de Erick Borges Yam, alcalde de José María Morelos.

Mientras, Jissel Castro será la secretaria de Finanzas. Jissel está en Morena desde 2016 y es diputada local electa suplente en el Distrito 5, cuya propietaria es Mildred Ávila Vera.

En Formación Política el secretario será Bernardo García, militante desde 2017 y parte del grupo de trabajo de la legisladora federal, Anahí González.

Finalmente y no menos importante, el presidente del Consejo Estatal será el regidor cancunense, Jorge Sanén Cervantes.

Así pues, inicia una “nueva etapa” en la dirigencia de Morena Quintana Roo, en la que desde la elección de los 40 consejeros estatales fueron planchados decenas de militantes fundadores de cualquier opción de colaborar en las decisiones del partido “guinda”.

Y en lugar de ello, fueron colocados personajes afines a los grupos de poder morenistas, que hoy tendrán no tanto el control sino que dirigirán en torno a los que marque la 22 de enero.